Fuiste mi regalo de cumpleaños. De esos especiales, que no se olvidan.
Llegaste en carretera y allí te quedaste para pasar tus días conmigo, en el paraíso.
Bañarnos bajo la luna, bucear con tortugas gigantes y estrellas de mar, saltar cascadas, descubrir aldeas, viajar en moto por caminos de piedra y sonreír.
Atardecer columpiándonos la vida, dormir bajo un cielo de estrellas, andar descalzos por la arena, secarnos al sol y sonreír.
Fantasía de verano que en él te quedaste para darnos nuevas cada año.