El Otoño es para los nostálgicos,
para aquellos que saborean lo vivido.
Ese Otoño sereno, de soledad compartida; que empieza a sonar a jazz, su banda sonora. Que disfruta de la bohemia, de una lectura y de un chocolate caliente. Que se acurruca bajo una manta al calor de un buen fuego de chimenea.
Otoño, que recuerda amores sentidos; que viste rojizos, marrones y ocres, pero conserva algún verde. Que observa caer la lluvia tras el cristal y degusta sabias o bellas historias.
Pongámonos calcetines para escuchar sus cuentos, vislumbrando miradas de aquel ayer.