Hoy dormiremos bajo una lluvia de estrellas,
en medio del mar.
Poseidón calmará las aguas y evocaremos a Perseo
venciendo a Medusa.
No habrá piedras y sí miradas.
Con el casco de Hades nos volveremos invisibles
para contemplar, ahora sí, la belleza;
y Atenea tenderá su escudo en las aguas que reflejen la estela del cometa.
Zeus y Dánae volverán a crearlo.
Dioses y hombres, realidad e ilusión confluyendo en la noche.
El héroe permanecerá en su constelación
y nos parecerá ver la luz de Algol, brillando como 5.000 soles
o a su estrella más brillante Mirfak.
Blancas, azuladas, amarillas y supergigantes rojas,
sangre brotando de la Gorgona de la que nacerá Pegaso.
Millones de años, otras galaxias, meteoros que iluminan
y aquí nosotros, presenciando.