Aquellos veranos de sabor a El Gorriaga y olor a margaritas,
de paseos en bicicleta y llamadas a la puerta.
De grandes meriendas familiares en el valle
y también de carreras por la era
De montañas de trigo, de remolques
y collares de galletas
De salir a por moras y ganar a las chapas.
De subirnos al carro; de montar teatrillos
y de inventar mil historias
Veranos de pueblos, Veranos de infancias