Oyó su canto, a lo lejos
Apenas podía percibirlo y cambió el rumbo de su barca, se dirigió al encuentro.
El sonido iba intensificándose. Más fuerte, pero más dulce
Esa voz. Su voz. Le recordaba la adolescencia.
Ya la había escuchado antes.
Se acercaba. Notaba su presencia
De repente, solo quedó el arrullo del mar, la mar.